La Auditoría Energética de Edificios se define como el proceso de evaluación del estado energético de un inmueble. Incluyendo aspectos como la demanda energética que requiere el edificio para su funcionamiento, el consumo energético asociado a esta demanda, el inventariado de equipos consumidores de energía, su estado y características más importantes (rendimientos, eficiencia, etc.), estado constructivo de la edificación (cerramientos, cubierta, fachada, etc.).
Además la auditoria se complementa con una Calificación Energética que nos da un valor comparativo que mide lo Eficiente que es el edificio en términos de consumo de energía.
La auditoría se concluye con una propuesta de Medidas de Ahorro Energético (MAEs) encaminadas a conseguir una mayor Eficiencia Energética y una mejor calificación energética del edificio.
En la práctica lo que obtenemos muchas veces con las auditorías energéticas es una foto fija del momento en que se elabora el estudio del estado de las instalaciones del edificio y del estado energético.
Obtener una foto fija del estado de las instalaciones del edificio es útil ya que estas son constantes a lo largo de un periodo, aunque no lo son sus características, tales como rendimientos y medidores de eficiencia energética.
La auditoría aportará datos pocos fiables de los rendimientos de un equipo de climatización en invierno cuando se encuentra desconectado, podremos hacer hipótesis y conjeturas.
En cuanto al estado energético empieza a resultar aún menos útil la foto fija que aporta la auditoría, ya que el comportamiento energético es una variable a lo largo de un periodo.
Si pensamos que el objeto de una Auditoria, además de conocer el estado energético, es la propuesta de Medidas de Ahorro de Energía, es difícil pensar que una propuesta real puede surgir de una foto fija.
En realidad muchas de estas MAEs obedecen a patrones estándar que han funcionado en otros casos similares, pero se alejan mucho de la necesidad real del edificio auditado.
MAES Retornos habituales
Cambio de equipos 3-5 años
Iluminación más eficiente 2-3 años
Retrocommissioning de equipos 3 años
Mejora de aislamientos 10 años
Cogeneración 10 años
También hay que pensar que la secuencia de MAEs propuesta en la Auditoría debe ir acompañada no solo de la propuesta técnica de mejora de la eficiencia energética, sino de la previsión de inversiones y del retorno de las mismas, y aquí se hace imposible obtener unos valores realistas a partir de una foto fija.
Procesos como la auditoría en continuo o estacional, donde el análisis energético se repiten a lo largo de un periodo, o bien la implantación de un sistema de medida y monitorización energético, nos darán una mejor idea del estado energético real del edificio, definiendo de una manera más precisa el Comportamiento Energético del edificio y originando propuestas de MAEs más precisas, tanto técnica como económicamente.