Cuando hablamos de rehabilitación de edificios, inmediatamente pensamos en el conjunto de acciones encaminadas a la mejora de las características constructivas del mismo desde un punto de vista del refuerzo de estructuras, rehabilitación de fachas, cubiertas, etc.
Dejamos de lado, dentro de este conjunto de acciones, la rehabilitación energética, que consideramos objeto de otro capítulo.
España es un país de tradición constructiva, no en vano somos los únicos en Europa que manteníamos la denominación de Arquitecto Técnico o Aparejador para definir a un profesional con conocimientos específicos en edificación.
Hemos crecido en construcción de una manera muy rápida, lo que nos ha hecho, en muchas ocasiones no pararnos a contemplar otros aspectos en la construcción de edificios más allá de su apariencia o de la rapidez y la economía de la construcción.
Desde un punto de vista energético no ha sido hasta la entrada en vigor del Código Técnico de la Edificación en documentos como el HE de limitación de la demanda energética, cuando hemos empezado a seguir unas mínimas pautas en el diseño y construcción de edificios encaminadas a una limitación del consumo energético.
La rehabilitación de edificios no se está revelando como ese gran volumen de negocio que por lógica parecía ser, por el contrario se está activando de manera lenta, a la par, quizá, con ese estatus de quietud en el que se encuentra sumergida la economía de este país.
Podemos aprovechar esta circunstancia para no cometer errores del pasado incluyendo la rehabilitación energética dentro del global de la rehabilitación del edificio.
Normativas como el Real Decreto de Certificación Energética de Edificios, tanto nuevos como existentes, puede suponer un revulsivo dentro de las empresas de Rehabilitación para ampliar su cartera de servicios, o para crear sinergias con otras empresas que complementen las acciones de rehabilitación constructiva con rehabilitación energética.
Un edificio que es rehabilitado debería inmediatamente significar que presenta una mejor calificación energética que antes de la rehabilitación.